Los sistemas de música inalámbricos se van popularizando poco a poco. Tienen un panorama complejo que resolver, pues los reproductores portátiles con una base de cornetas como la última Logitech Pure-Fi Express, son sus rivales naturales.
El sistema más famoso y completo en la actualidad es el Logitech Squezebox, recientemente renovado con su versión Duet. Sin embargo, el precio del producto lo aleja un poco de los hogares. Y es que por el mismo precio que tiene solamente el control remoto del producto de Logitech (pero qué control) nos encontramos con el nuevo Philips Streamium NP1100, que ya está disponible con un precio de 150 euros.
Lo básico de este tipo de productos lo realiza bien, y eso es conectarse a nuestra biblioteca digital vía WiFi, sin cables. La navegación por el sistema se realiza en su pantalla de 4.1 pulgadas que ha sido bastante desaprovechada y se centra solo en los menús. Mucha mayor funcionalidad y calidad ofrece la del mando a distancia del producto de Logitech, y se parte con la ventaja de tener el control realmente en el mando a distancia y no tener que depender de la pantalla del aparato en sí, que por otro lado no es de tipo táctil, por lo que no podemos controlar el menú directamente con su ayuda.
Respecto a los formatos soportados, no son muchos, y se han olvidado de los más actuales, como el interesante Flac. Y en cuanto a los puertos, echamos de menos un USB para conectar un reproductor de MP3 directamente y que reproduzca su música o al menos una entrada auxiliar de audio. De lo que sí dispone es de radio por Internet y salida de auriculares.
El sistema más famoso y completo en la actualidad es el Logitech Squezebox, recientemente renovado con su versión Duet. Sin embargo, el precio del producto lo aleja un poco de los hogares. Y es que por el mismo precio que tiene solamente el control remoto del producto de Logitech (pero qué control) nos encontramos con el nuevo Philips Streamium NP1100, que ya está disponible con un precio de 150 euros.
Lo básico de este tipo de productos lo realiza bien, y eso es conectarse a nuestra biblioteca digital vía WiFi, sin cables. La navegación por el sistema se realiza en su pantalla de 4.1 pulgadas que ha sido bastante desaprovechada y se centra solo en los menús. Mucha mayor funcionalidad y calidad ofrece la del mando a distancia del producto de Logitech, y se parte con la ventaja de tener el control realmente en el mando a distancia y no tener que depender de la pantalla del aparato en sí, que por otro lado no es de tipo táctil, por lo que no podemos controlar el menú directamente con su ayuda.
Respecto a los formatos soportados, no son muchos, y se han olvidado de los más actuales, como el interesante Flac. Y en cuanto a los puertos, echamos de menos un USB para conectar un reproductor de MP3 directamente y que reproduzca su música o al menos una entrada auxiliar de audio. De lo que sí dispone es de radio por Internet y salida de auriculares.
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