Otro extraño desarrollo les traemos esta entretenida mañana de agosto.
Esta vez viene de la mano del MIT, toda una garantía.
¿Qué han pensado esta vez en este centro?
Pues ni más ni menos que en desarrollar un sistema de imágenes más que reales.
Nada de 3 dimensiones, el MIT quiere que nos veamos inmersos pronto en las seis dimensiones de su proyecto 6-D, o de forma más completa, Passive 6D Reflectance Field Displays.
Este invento del MIT introduce una serie de nuevas dimensiones, mejor las llamamos así para entendernos, que hacen que las imágenes tridimensionales puedan variar su apariencia (ligeramente) dependiendo de nuestra posición y de cómo sea la luz ambiente.
Así, cambiando la intensidad y dirección de la iluminación podemos tener la sensación de que la imagen que estamos viendo en 3D cambia algunos de sus aspectos.
Lo mejor para entender este sistema, que nos recuerda a los hologramas y que no veremos aplicado hasta dentro de varios años.
Una aplicación que nos dan en el texto donde se explica el funcionamiento y las bases de este desarrollo, nos sitúa frente a una imagen que cambia conforme lo hace la iluminación, con el resultado de imágenes animadas que varian por ejemplo con el cambio de posición del sol. Y todo ello sin circuitos electrónicos ni controles de ningún tipo.
Esta vez viene de la mano del MIT, toda una garantía.
¿Qué han pensado esta vez en este centro?
Pues ni más ni menos que en desarrollar un sistema de imágenes más que reales.
Nada de 3 dimensiones, el MIT quiere que nos veamos inmersos pronto en las seis dimensiones de su proyecto 6-D, o de forma más completa, Passive 6D Reflectance Field Displays.
Este invento del MIT introduce una serie de nuevas dimensiones, mejor las llamamos así para entendernos, que hacen que las imágenes tridimensionales puedan variar su apariencia (ligeramente) dependiendo de nuestra posición y de cómo sea la luz ambiente.
Así, cambiando la intensidad y dirección de la iluminación podemos tener la sensación de que la imagen que estamos viendo en 3D cambia algunos de sus aspectos.
Lo mejor para entender este sistema, que nos recuerda a los hologramas y que no veremos aplicado hasta dentro de varios años.
Una aplicación que nos dan en el texto donde se explica el funcionamiento y las bases de este desarrollo, nos sitúa frente a una imagen que cambia conforme lo hace la iluminación, con el resultado de imágenes animadas que varian por ejemplo con el cambio de posición del sol. Y todo ello sin circuitos electrónicos ni controles de ningún tipo.