Dos nuevos monitores de Fujitsu, ambos con la particularidad de que no consumen absolutamente nada cuando el computador los pone en modo standby.
Esta característica viene dada gracias a un interruptor interno que detecta cuando el monitor se pone en el modo standby. En vez de situarlo en espera, el propio monitor se encarga de desenchufarlo automáticamente de la corriente, con lo que el gasto energético es nulo. Al volver a iniciar el computador, el monitor detecta la señal de vídeo de entrada y vuelve a autoconectarse a la corriente, volviendo al estado habitual.
Por ahora serán lanzados dos monitores de 20 y 22 pulgadas, ambos con conectividad DisplayPort, HDMI y resolución de 1680x1050 píxeles, con precios que empiezan en los 419 euros para el modelo de 20 pulgadas, y desconocido para el de 22.
Una tontería como esta debería implantarse en todos, absolutamente todos los monitores, además de en otros dispositivos como televisores, DVDs, consolas y demás. A ver si los fabricantes se animan y en unos años todos tienen implementada esta característica, porque podría no sólo luchar contra el cambio climático que tan de moda está ahora, sino también ahorrarnos un puñado de euros al año.
Esta característica viene dada gracias a un interruptor interno que detecta cuando el monitor se pone en el modo standby. En vez de situarlo en espera, el propio monitor se encarga de desenchufarlo automáticamente de la corriente, con lo que el gasto energético es nulo. Al volver a iniciar el computador, el monitor detecta la señal de vídeo de entrada y vuelve a autoconectarse a la corriente, volviendo al estado habitual.
Por ahora serán lanzados dos monitores de 20 y 22 pulgadas, ambos con conectividad DisplayPort, HDMI y resolución de 1680x1050 píxeles, con precios que empiezan en los 419 euros para el modelo de 20 pulgadas, y desconocido para el de 22.
Una tontería como esta debería implantarse en todos, absolutamente todos los monitores, además de en otros dispositivos como televisores, DVDs, consolas y demás. A ver si los fabricantes se animan y en unos años todos tienen implementada esta característica, porque podría no sólo luchar contra el cambio climático que tan de moda está ahora, sino también ahorrarnos un puñado de euros al año.
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