La desaparición de los cables (o, al menos, esconderlos lo máximo posible) es otra de las tendencias que estamos viendo en el IFA. La propuesta de Trekstor es que nuestras cornetas no estén conectados ni al computador ni a la corriente.
Para ello, presenta los Trekstor Wireless SoundBox, un sistema compuesto por un emisor que se conecta al computador a través del puerto USB y por las cornetas, de los cuales podemos añadir hasta 20 con un solo emisor, y que funcionan a pilas.
Los Trekstor Wireless Soundbox disponen de un rango de alcance de hasta 25 metros y se alimentan con cuatro pilas de tipo AA, aunque si no nos queda más remedio podemos conectarlos al puerto USB del computador para conseguir energía.
Las cornetas incluyen controles táctiles, con los que podremos manejar el volumen individualmente, y una entrada de línea, donde podremos conector reproductores de música externos.
Se venderán por 50 euros, incluyendo el emisor y una corneta, y cada altavoz adicional costará 30 euros, estando disponibles a partir de octubre. Veremos si la autonomía y la potencia de las cornetas compensan el elevado precio, que no parece salir demasiado a cuenta a pesar de conseguir eliminar los cables.
Para ello, presenta los Trekstor Wireless SoundBox, un sistema compuesto por un emisor que se conecta al computador a través del puerto USB y por las cornetas, de los cuales podemos añadir hasta 20 con un solo emisor, y que funcionan a pilas.
Los Trekstor Wireless Soundbox disponen de un rango de alcance de hasta 25 metros y se alimentan con cuatro pilas de tipo AA, aunque si no nos queda más remedio podemos conectarlos al puerto USB del computador para conseguir energía.
Las cornetas incluyen controles táctiles, con los que podremos manejar el volumen individualmente, y una entrada de línea, donde podremos conector reproductores de música externos.
Se venderán por 50 euros, incluyendo el emisor y una corneta, y cada altavoz adicional costará 30 euros, estando disponibles a partir de octubre. Veremos si la autonomía y la potencia de las cornetas compensan el elevado precio, que no parece salir demasiado a cuenta a pesar de conseguir eliminar los cables.
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