No andan precisamente muy contentas las operadoras de telefonía ni las cadenas de televisión con la aprobación ayer por parte la FCC (regulador del mercado de las telecomunicaciones en Estados Unidos) de un plan que llevaría Internet por el aire aprovechando el espectro radioeléctrico que ha quedado libre con la llegada de la TDT.
Estaríamos ante un WiFi dopado que nos proporcionaría Internet de banda ancha en movilidad que podríamos cazar en cualquier lugar, ya sea en la calle, en la plaza más alejada de una ciudad o dentro de los edificios. Imagina pues el 3G actual pero sin 3G. Internet en todos lados.
De momento es un plan puramente teórico. Se han dado dos años para desarrollar el plan de ataque y ver de qué forma, con qué velocidades y a qué precio se puede ofrecer este Internet que se podrá recibir como si de una señal de televisión se tratara. De hecho fluirá por donde antes iba la televisión analógica.
Que otras tecnologías como el LTE o Wimax se acaben imponiendo en calidad y precio dependerá que este tipo de Internet universal tenga más o menos éxito.
Con lo que sí que cuenta el futuro de esta tecnología es con el apoyo de los más interesados en que Internet sea global: las empresas de Internet. Google, Microsoft o Motorola son algunas de las más grandes implicadas. Al ser una banda que se oferta de forma pública y libre, cualquiera podrá empezar a ofrecer sus servicios sin licencia de por medio. Seguramente una de las más interesadas sea Google, que podría ofrecer cuando sea posible un acceso a Internet de banda ancha y seguramente de forma gratuita si pensamos en la publicidad dentro de sus servicios.
El punto negativo y a estudiar de este modo de ofrecer y acceder a Internet es el tener que descubrir y cuidar las potenciales interferencias de esta señal nueva en el aire con otras con las que comparte espacio. Una idea es que los transmisores y receptores de esta tecnología lleven incorporado un servicio de geolocalización para evitar que trabajen en áreas restringidas como pueden ser hospitales o estudios de televisión.
¿Y qué pasará en Europa?
Pues de momento en Francia y España se piden medidas similares, así que esperemos que no quedemos detrás de EEUU en este aspecto porque las posibilidades, no solo ya de Internet, son muchas.
Estaríamos ante un WiFi dopado que nos proporcionaría Internet de banda ancha en movilidad que podríamos cazar en cualquier lugar, ya sea en la calle, en la plaza más alejada de una ciudad o dentro de los edificios. Imagina pues el 3G actual pero sin 3G. Internet en todos lados.
De momento es un plan puramente teórico. Se han dado dos años para desarrollar el plan de ataque y ver de qué forma, con qué velocidades y a qué precio se puede ofrecer este Internet que se podrá recibir como si de una señal de televisión se tratara. De hecho fluirá por donde antes iba la televisión analógica.
Que otras tecnologías como el LTE o Wimax se acaben imponiendo en calidad y precio dependerá que este tipo de Internet universal tenga más o menos éxito.
Con lo que sí que cuenta el futuro de esta tecnología es con el apoyo de los más interesados en que Internet sea global: las empresas de Internet. Google, Microsoft o Motorola son algunas de las más grandes implicadas. Al ser una banda que se oferta de forma pública y libre, cualquiera podrá empezar a ofrecer sus servicios sin licencia de por medio. Seguramente una de las más interesadas sea Google, que podría ofrecer cuando sea posible un acceso a Internet de banda ancha y seguramente de forma gratuita si pensamos en la publicidad dentro de sus servicios.
El punto negativo y a estudiar de este modo de ofrecer y acceder a Internet es el tener que descubrir y cuidar las potenciales interferencias de esta señal nueva en el aire con otras con las que comparte espacio. Una idea es que los transmisores y receptores de esta tecnología lleven incorporado un servicio de geolocalización para evitar que trabajen en áreas restringidas como pueden ser hospitales o estudios de televisión.
¿Y qué pasará en Europa?
Pues de momento en Francia y España se piden medidas similares, así que esperemos que no quedemos detrás de EEUU en este aspecto porque las posibilidades, no solo ya de Internet, son muchas.
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