lunes, 11 de febrero de 2008

Cámaras IP de última generación permiten visualizar remotamente cualquier emplazamiento con sólo una conexión a Internet






El avance de la tecnología está haciendo realmente que cada vez sea más fácil llevar a cabo ciertas tareas antes engorrosas o directamente imposibles. Aunque todavía hoy en día con una llamada a nuestro vecino podemos asegurarnos de que nuestra casa, piso, chalet o apartamento – aquel que utilizamos como segunda residencia - no ha sufrido la visita de ciertos indeseables visitantes, con la nueva tecnología es posible además visualizar desde cualquier lugar del mundo cómo se encuentra nuestra vivienda.

En vez de tener que estar molestando a ningún vecino o dejando las llaves en manos de personas a las que tampoco conocemos mucho, los nuevos sistemas de videovigilancia – cada vez más avanzados y también más asequibles – están permitiendo tener un control total de las viviendas.

La llegada de Internet ha permitido el desarrollo de múltiples aplicaciones basadas en esta tecnología, desde la VoIP (Voz sobre el protocolo de IP de Internet) – con el que ahorramos en llamadas – hasta la videovigilancia. Atrás quedan los tiempos en los que era necesario llevar a cabo una importante instalación en infraestructura para poder disponer de una cámara analógica – con la que en ocasiones, la imagen era casi indescifrable.

La situación ideal para la la videovigilacina IP

Si somos los felices propietarios de una segunda residencia, nos gustaría conocer, desde los posibles desperfectos, producidos por cualquier motivo accidental (la vecina de arriba nos ha inundado la casa con un grifo abierto, tenemos una gotera porque a causa de la lluvia se han levantado las tejas del chalet, etc.) y también si otros han llevado a cabo desperfectos, daños o robos tanto en el exterior, como en el interior de la vivienda.

¿Cómo podemos conseguirlo? Con la mejor calidad, nitidez, desde cualquier sitio y además a coste cero o casi (ni la más moderna tecnología nos libera de tener que invertir en un sistema de videovigilancia – eso sí, mejor rendimiento a menor coste) con la ayuda de las nuevas tecnologías de cámara basadas en Internet.

Un ejemplo de videovigilacia IP

Imaginemos que tenemos un chalet en la sierra y que queremos saber cómo está nuestra vivienda después de un temporal de nieve. Siempre y cuando dispongamos de conexión a Internet y de un navegador podremos visualizar en tiempo real y con una alta calidad todo lo que está sucediendo (aunque no haya luz, gracias a los sensores que incorporan los sistemas de videovigilancia profesional y aunque las condiciones meteorológicas sean extremas).

Además, si queremos más, podemos grabar y almacenar todos los incidentes que se produzcan o incluso podemos pedir al sistema que nos envíe una alarma a nuestro teléfono fijo o móvil e incluso pudiendo configurar la cámara para que nos realice una llamada de teléfono, en el caso de que la cámara detecte movimiento o alguna alteración en el entorno.

La avanzada tecnología de videovigilancia IP que llega al mercado, ofrece un sinfín de posibilidades para asegurar que todo marcha según lo previsto. Apliquemos las nuevas tecnologías allá donde nos sea necesario, incluso para vigilar nuestra segunda residencia.

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