Siendo como soy un apasionado de la cocina, primero para comerla y luego para cocinarla y observarla, este gadget con nombre de mayordomo, Demy, me ha fascinado. Sus posibilidades me encantan, está bien realizado y a poco que mejoren algunas cosas, es el pinche perfecto para nuestras aventuras y desventuras en la cocina.
Demy no es un libro electrónico al uso, sino más bien un gadget con pantalla especializado en acceder a recursos y servicios sobre cocina. La empresa lo ha pensado todo muy bien, y la integración con sus servicios es total, desde el sitio web donde crear y compartir recetas hasta la posibilidad de transferir directamente vía USB las mismas al cacharro.
La pantalla de este equipo es táctil, y a todo color. Además el fabricante dice que mucho más resistente a la suciedad y la grasa que otras pantallas. Resulta también más fácil de limpiar que las tradicionales y viene sellado.
Por dentro todo se ha pensado al milímetro, y se incluyen programas y miniaplicaciones para tener un reloj a punto, una calculadora y conversora de unidades, posibilidad de hacer más grande o pequeño el texto, enlaces a las recetas favoritas o consejos para sustituir ingredientes.
Como mejoras que se me ocurren para este Demy, estoy pensando en posibilidad de suscribirte a videoblogs de cocina, reproducción de videorecetas (que son fundamentales en cocina), así como conexión a Internet para poder, por ejemplo, comunicarnos con el supermercado e ir realizando compras sin pensar mucho.
El asistente de cocina Demy estára disponible en breve con un precio de 300 dólares.
Demy no es un libro electrónico al uso, sino más bien un gadget con pantalla especializado en acceder a recursos y servicios sobre cocina. La empresa lo ha pensado todo muy bien, y la integración con sus servicios es total, desde el sitio web donde crear y compartir recetas hasta la posibilidad de transferir directamente vía USB las mismas al cacharro.
La pantalla de este equipo es táctil, y a todo color. Además el fabricante dice que mucho más resistente a la suciedad y la grasa que otras pantallas. Resulta también más fácil de limpiar que las tradicionales y viene sellado.
Por dentro todo se ha pensado al milímetro, y se incluyen programas y miniaplicaciones para tener un reloj a punto, una calculadora y conversora de unidades, posibilidad de hacer más grande o pequeño el texto, enlaces a las recetas favoritas o consejos para sustituir ingredientes.
Como mejoras que se me ocurren para este Demy, estoy pensando en posibilidad de suscribirte a videoblogs de cocina, reproducción de videorecetas (que son fundamentales en cocina), así como conexión a Internet para poder, por ejemplo, comunicarnos con el supermercado e ir realizando compras sin pensar mucho.
El asistente de cocina Demy estára disponible en breve con un precio de 300 dólares.
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