miércoles, 28 de mayo de 2008

Cómo funciona un televisor de plasma




Una vez estudiado el funcionamiento básico de los televisores LCD, nos fijamos en cómo generan las imágenes los televisores de plasma, pues podremos comprender mejor las diferencias entre ambas tecnologías, y por qué posteriormente escogeremos una u otra tecnología como mejor en diferentes especificaciones. Todo proviene de su funcionamiento.

Pero, ¿cómo funciona un televisor de plasma? Pues aunque parezca mentira, y al contrario que los LCD, funcionan de manera similar a los televisores CRT tradicional. Al menos en el tema de los fósforos que generan la luz.

En los televisores de plasma partimos de unos paneles de cristal divididos en celdas y que contienen una mezcla de gases nobles que cuando excitamos con electricidad, se convierte en plasma y los fósforos comienzan a emitir luz. He aquí la principal diferencia con los televisores LCD. En el caso de los plasmas, la luz la contienen ellos, no proviene de otro lugar, como pasa con la retroiluminación de los televisores LCD. Esto nos da como resultado más inmediato la principal característica de los televisores de plasma: el negro intenso que consiguen, todavía inalcanzable para la tecnología LCD.



Los televisores de plasma también están formados por píxeles. A su vez, cada píxel dispone de tres celdas separadas en cada una de las cuales hay un fósforo de color distinto: rojo, azul y verde. Estos colores se mezclan para crear el color final del píxel.

El funcionamiento por medio de fósforos de las pantallas de plasma, nos ofrece una serie de ventajas (mejor contraste y tiempo de respuesta muy rápido) pero también son la fuente de sus principales inconvenientes. Así, al estar basada la tecnología en fósforo, la exposición prolongada de una imagen estática durante un largo periodo de tiempo puede provocar un marcado en la pantalla muy molesto. Si siempre tiende a marcarse la misma zona, se podría producir lo que se denomina quemado de la pantalla.

Además, los fósforos tienden con el tiempo a agotarse y apagarse, lo que nos deja un tiempo de vida de las pantallas de plasma más reducido que en el caso de la tecnología LCD, como veremos en la comparativa. El descenso en calidad de imagen suele ser progresivo.

Por último decir que debido al funcionamiento del plasma que se basa en gases, la altitud les afecta directamente, y aunque no debe ser el caso de la inmensa mayoría, cuidado con los televisores de plasma en grandes altitudes porque pueden llegar incluso a no funcionar.
Visto el funcionamiento de las pantallas de plasma y los LCD, solo nos queda decidir qué es mejor, si plasma o LCD. Eso será mañana.

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